Llevan repitiendo el mismo discurso al menos desde hace 40 años, pero las pensiones, la sanidad y la educación no tienen por qué peligrar. Hay dinero suficiente, siempre que se gestione de manera correcta:

Para empezar, España debe suprimir el ministerio de Igualdad, el ministerio de Inclusión, el de Derechos sociales y agenda 2030, el de Universidades (ya hay uno de Educación), el de Transición ecológica y reto demográfico, el de Consumo, el de Asuntos económicos (ya hay uno de Economía), la ley de violencia de género de 2005, la ley de igualdad de 2007, la ley del aborto (cualquiera de ellas pues se conciben como derecho de la mujer, lo cual es aberrante), la de memoria histórica, la de muerte digna, la ley trans, la ley del sólo sí es sí, la de bienestar animal, la nueva ley de paridad que andan negociando, y cualquier otra ley que promuevan en los próximos meses, que seguro que será una mierda igual que éstas. Son leyes ideológicas que no benefician en nada a los españoles.

Esto por ahora, claro, sólo con estas medidas el país va a mejorar aunque sólo fuera por higiene y dejaríamos de derrochar miles de millones de euros que pueden destinarse a otras competencias. Pero en España no hay ninguna opción política que proponga nada que se le acerque, pues todos los partidos compiten en destruir el país y saquear los despojos.