Pase lo que pase, así te recordarán, amigo Henrique.
El mundo entero ha seguido con expectación las andanzas de Paulo Henrique dos Santos, un brasileño que disfrazó de Hulk para correr una maratón y luego fue incapaz de quitarse el tinte verde para recobrar su color original (tirando a moreno). La imagen del atlético Dos Santos, intentando desprenderse del verde Hulk con la ayuda de una señora que parece su madre y una escobilla de wáter dio la vuelta al mundo.
Finalmente, Globo –que ha seguido al minuto las andanzas del socorrista- informó que Paulo Henrique había logrado recuperar su tono de piel original después de 25 baños. Un vídeograbado por el desdichado enumera los productos que ha necesitado para quitarse el verdín: jabón, champú, detergente, alcohol, varias esponjas y la consabida escobilla, que queda descartada para su misión original.
“Nunca más voy a volver a pintarme –declara el ex Hulk-. El año pasado también me disfracé de La Masa pero la tinta salió más rápido”. Además de ser el hazmerreír de la favela –que responde al extraño nombre de Complejo Alemán- Paulo Henrique llegó a temer por su salud, pues el persistente tinte tenía todos los visos de ser altamente tóxico.
Durante los tres días que ha durado su conversión, Dos Santos durmió envuelto en plásticos y forró su humilde morada para no pringarla de verde. Ahora vuelve a ser un Bruce David Banner de favela.
Visto en Globo y Diario Panorama, a través del Facebook del investigador del fenómeno obtusoLuisRa (¡gracias!).
¡¡¡Gracias a Dios, vuelve a ser Bruce Banner!!!