El Partido Feminista de España ha publicado un comunicado
sobre Cataluña muy sensato y coherente desde una ideología izquierdista, pero
totalmente irracional y sesgado cuando aplicamos los argumentos que esgrimen
contra los separatistas a su propia doctrina. Sólo tenemos que cambiar
independentistas por feministas, Catalunya por mujeres y España por
patriarcado. Primero cito el original sobre el tema catalán y luego pongo el
otro:
«Cuando los independentistas alegan el “derecho de
autodeterminación” están utilizando un término que no les concierne. No se
puede aplicar a Catalunya el “derecho de autodeterminación de los pueblos” porque
no es un territorio colonizado por otro país imperialista.»
«Es falso que Catalunya viva una situación de territorio
colonizado. Catalunya no es una colonia, sino una parte de la nación
española.»
«Es también falso, como afirma el sector independentista,
que el pueblo catalán en su totalidad pretenda la independencia. En las
votaciones de las últimas elecciones ni siquiera el 50% de los votantes se
pronunciaron por esa opción, y la formación política más votada fue Ciudadanos,
que formó el grupo mayoritario de la Cámara, que se opone frontalmente a la
independencia. Con absoluto desprecio a la ciudadanía que no desea la secesión
con el resto de España, los dirigentes independentistas se erigen en
representantes y voceros de la totalidad de la sociedad catalana y pretenden
imponer, con maniobras ilegales, su proyecto político a toda la
ciudadanía.»
«Desde la izquierda política en que se sitúa el Partido
Feminista de España, no podemos aceptar que se plantee la secesión de una parte
de la nación para cumplir los propósitos de la burguesía catalana que desde el
siglo XIX ha planteado su supremacismo, y la demanda de ser beneficiada con
privilegios y premios económicos. Es una falacia el eslogan de “España nos
roba”, cuando Cataluña tiene la segunda renta más alta de España. Si se trata
de exigir más privilegios e ingresos a costa de cargar con más impuestos a las
regiones más pobres, que es la pretensión siempre de la burguesía, resulta
absolutamente inaceptable que sea la izquierda quien defienda esta postura.»
Bien, nada que objetar; hasta aquí el comunicado. Ahora
cambiamos los términos, tal como hemos sugerido arriba, y adaptamos el texto
para la ocasión, que os lo hay que dar todo hecho, collons:
«Cuando las feministas alegan el “derecho a decidir”
están utilizando un término que no les concierne. No se puede aplicar a las
mujeres el “derecho a decidir sobre su cuerpo” porque el cuerpo de las mujeres
no es un territorio colonizado por ningun machismo opresor.»
«Es falso que las mujeres vivan una situación de
discriminación estructural. Las mujeres no son un colectivo oprimido, sino la
mitad de la especie humana.»
«Es también falso, como afirman sectores feministas, que
el sexo femenino en su totalidad se declare discriminado y oprimido. En las
últimas encuestas sólo una minoría de mujeres se pronunció por esa opción, y
las opciones más elegidas son las que reconocen el valor de los hombres y se
reconocen a su vez valoradas por la sociedad, ya sea como mujeres, como madres
o como profesionales, que forman la opinión mayoritaria en la sociedad, que se
opone frontalmente a la discriminación positiva feminista. Con absoluto
desprecio a la ciudadanía que no desea la guerra de sexos, los dirigentes
feministas se erigen en representantes y voceros de la totalidad de las mujeres
y pretenden imponer, con maniobras ilegales, su ingeniería social a toda la
ciudadanía.»
«Desde la izquierda política en que se sitúa el Partido
Feminista de España, no podemos aceptar que se plantee la discriminación de la
mitad de la población para cumplir los propósitos de una agenda política que
desde hace años ha planteado su superioridad moral, y la demanda de ser
beneficiada con privilegios y premios económicos. Es una falacia el eslogan de
“patriarcado opresor”, cuando las mujeres tienen los mismos derechos y
coberturas, incluso más, que el sexo masculino. Si se trata de exigir más
privilegios e ingresos a costa de cargar con más impuestos a las rentas más
pobres, que es la pretensión siempre de las élites, resulta absolutamente inaceptable
que sea la izquierda quien defienda esta postura.»
Pues sí, la verdad es que es inaceptable. Lástima que no sean capaces de utilizar más que el cerebro límbico, y el neocortex sólo lo tengan de adorno.
Rafael Gonzalo