Primera emisión del nuevo año 2013 del Club de Conspiradores, dedicado en su totalidad a la cantante mexicano-estadounidense Lhasa de Sela, muerta imperdonablemente joven a causa de un cáncer hace ahora tres años. Desgarrada, lírica, circense y fatal. Fue un ángel errante. Compuso tres álbumes y cantó en español, inglés y francés, según le saliera la canción: La llorona (1997), The living road (2003) y Lhasa (2009). «Me siento culpable porque tengo la costumbre», escribió en ‘La confesión’. Además nos sumamos a las asambleas populares madrileñas en favor de los mercadillos de intercambio y trueque para combatir el consumismo desaforado, la censura y la monotonía del dinero; recordamos expresiones postmodernas presentes en zarzuelas decimonónicas; y nos congratulamos del sistema judicial islandés, que encarcela a los banqueros corruptos como si fueran personas normales.