Una medalla para Horatius, del General William C. Hall.

Introducción

En el año 508 A.C un gobernante etrusco llamado Lars Porsena avanzó con su ejército sobre Roma para derribar la república e instaurar la monarquía.

Cuenta la historia que cuando el ejército de Lars Porsena intentaba atravesar un puente sobre el río Tíber y arrasar Roma, un soldado romano, Horacio, defendió el puente frente a los etruscos junto a dos compañeros conteniendo el envite enemigo mientras otros romanos derribaban el puente por el otro extremo. Cuando Horacio vio que había cumplido su labor, se arrojó al río y nadando llegó con los suyos. Como resultado, Roma no fue saqueada y la república pervivió. Si los etruscos hubieran entrado en Roma el destino del mundo hubiera sido otro.

Se le propone para una condecoración y entra en juego la tecnoestructura militar…

UNA MEDALLA PARA HORATIUS
del General William C. Hall Roma, XI Abril, CCCLX

ASUNTO: Recomendación para la Medalla de Honor del Senado.
A: Departamento de Guerra, República de Roma
I: Se recomienda a Gaius Horatius, Subteniente de Infantería, CMXIV, para la Medalla de Honor del Senado.
II: El Subteniente Horatius ha servido XXVII años, siempre con honor.
III: El III de marzo, durante el ataque a la ciudad por Lars Porsena de Claumium y su ejército Toscano de CMX hombres, el Subteniente Horatius, voluntariamente, con el Sargento Spurius Lartius y el Cabo Julius Herminius, contuvo a todo el ejército Toscano en un extremo del puente, hasta que la estructura pudo ser destruida, salvando así la ciudad.
IV: El Subteniente Horatius luchó valientemente y mató en combate individual a un Mayor Picus de Clusium.
V: El valor ejemplar y el sobresaliente caudillaje del Subteniente Horatius corresponden a la más alta tradición del Ejército Romano.
Julius Lucullus
Comandante de la II Legión de Infantería.

Ier. Ind. General Ayudante
Abril, CCCLX
A: Sección de Instrucción.
I: Para comentario.
Comandante General

IIº Ind. Sección de Instrucción
IX Mayo, CCCLX
A: Información.
I: Para comentario y despacho.
II: Cambiar final del párrafo III. Donde dice «salvando así la ciudad» poner «disminuyendo la efectividad del ataque enemigo». El ejército Romano estaba bien dispersado tácticamente; la reserva no había entrado en juego. La frase, tal como está escrita, podría ser tomada como un reproche a nuestro excelente ejército.
III: Cambiar la frase del párrafo V «sobresaliente caudillaje» por «loable iniciativa». El Subteniente Horatius estaba al mando de II hombres: sólo I/IV de un escuadrón.

IIIº Ind. Información
II Junio, CCCLX
A: Personal
I: Omitir número de fuerzas Toscanas en el párrafo III. Esta información es reservada.
II: Un informe valorado como B-XI afirma que el oficial era un Capitán Pinous de Tifernum. Recomendamos cambiar «Mayor Picus de Clusium» por «un oficial de las fuerzas enemigas.
T.J.

IVº Ind. Personal
IX Enero, CCCLXI
A: Juez Letrado
I: El nombre completo es Gaius Cocles Horatius.
II: Cambiar años de servicio de XXVII a XXV. Un año en Jóvenes Exploradores, del Capítulo Rómulo, ha sido considerado como servicio militar erróneamente.
H.J.

Vº Ind. Juez Letrado
II Febrero, CCCLXI
A: General Ayudante.
I: La expedición Porsena no tuvo lugar en tiempo de guerra; el templo de Jano estaba cerrado.
II: La acción contra la expedición Porsena, ipso facto, fue una acción de policía.
III: La Medalla de Honor del Senado no puede ser concedida en tiempo de paz (Código, Capítulo CVII, párrafo XII).
IV: Sugerimos concesión Medalla del Soldado.
P.B.

VIº Ind. General Ayudante
IV Abril, CCCLXI
A: Sección Personal.
I: De acuerdo con párrafo IV, Vº Ind.
L.J.

VIIº Ind. Personal
I Mayo, CCCLXI
A: General Ayudante
I: La Medalla del Soldado se concede por salvar vidas: sugerimos Estrella de Bronce como más apropiada.
E.J.

VIIIº Ind. General Ayudante
III Junio, CCCLXI
A: Juez Letrado
I: Para opinión.
G.C.

IXº Ind. Juez Letrado
XI Septiembre, CCCLXI
A: General Ayudante.
I: Han transcurrido XVII meses desde acontecimiento descrito en informe básico. La Estrella de Bronce no puede ser concedida cuando han transcurrido XV meses.
II: El Subteniente Horatius puede optar al Rollo de Papyrus con Arete de Metal.
P.B.

Xº Ind. General Ayudante
I Octubre, CCCLXI
A: Personal.
I: Para propuesta al Rollo de Papyrus con Arete de Metal.

XIº Ind. Personal
XX Octubre, CCCLXI
A: Información.
I: Nuestras excelentes relaciones actuales con Toscania podrían deteriorarse con perjuicio de las actuales y delicadas negociaciones si en estos momentos se diera publicidad a las acciones del Subteniente Horatius.
T.J.

XIIº Ind. Información
V Noviembre, CCCLXI
A: Personal.
I: Un informe (clasificado D-IV), parcialmente comprobado, asegura que Lars Porsena se muestra muy sensible acerca del asunto del Subteniente Horatius.
E.T.

XIIIº Ind. Personal
XXI Noviembre, CCCLXI
A: General Ayudante.
I: En vista de la información contenida en los precedentes Endorsos XIº y XIIº, prepare inmediato traslado del Subteniente G. C. Horatius a una de nuestras guarniciones de ultramar.
II: Se le recordará de un modo especial el párrafo XII de la Ordenanza Militar, que prohibe las entrevistas o conversaciones con gaceteros antes de llegar al destino final.
L.T.

I Abril, CCCLXII

ASUNTO: Investigación Informe del DEPARTAMENTO DE GUERRA.
A: Subteniente Gaius Caius Horatius, III Legión, V Falange.
I: Sus declaraciones relativas a la pérdida de su escudo y su espada en el río Tíber el III de Marzo, CCCLX, han sido cuidadosamente estudiadas.
II: Se admite que en aquella fecha entró usted en acción contra ciertos elementos hostiles. Sin embargo, el Sargento Spurius Lartius y el Cabo Julius Herminius tomaron parte en la misma acción y no perdieron ninguna pertenencia del gobierno.
III: Se ha ordenado al Oficial Pagador que descuente de su próxima paga XIV talentos, importe de la espada y escudo.
IV: Queda usted advertido para que en lo sucesivo preste una mayor atención a la conservación de las pertenencias del gobierno.
H. Hocus Pocus
Teniente de Caballería
Oficial de Investigación.

 

La iglesia cree en Cristo muerto, pero no en el vivo

Lo más peligroso que tienen los monoteísmos es que creen en dioses excluyentes: si sólo hay un Dios, todos los demás están fuera de la ley, de la verdad y del camino a la salvación. Se trata de una exclusiva del monoteísmo. De ahí que al muy ateo Rousseau le pareciera imposible vivir en paz con un cristiano, con alguien convencido de que su fe es la única verdadera y que las demás creencias están condenadas y sin esperanza.

La realidad constatable es que el Antiguo Testamento es una recomendación al genocidio cada diez páginas, y el Corán, se lea como se lea, está lleno de incitaciones al exterminio del infiel y a extender una tierra dominada por los creyentes, pues a pesar de las retóricas pacifistas, los monoteísmos nacen por rivalidad entre sí. El judaísmo se originó en gran medida por oposición a los cultos politeístas de Egipto anteriores al reformador Akenatón; el cristianismo nació como rebelión hacia la religión judía; y el islam lo hizo contra el cristianismo.

De hecho, la creencia en un Dios único le convierte a uno en ateo de los demás dioses, que era la acusación contra los cristianos en los siglos II y III en el mundo romano. A diferencia de las mitologías paganas antiguas, el monoteísmo declara al hombre culpable por no ser Dios, por no ser todas las cosas.

La religión de los romanos, por ejemplo, era de tipo cívico, un refuerzo espiritual de las instituciones. Los emperadores que perseguían el cristianismo lo hacían escandalizados porque los cristianos, en vez de limitarse a tener un Dios como hacían otros pueblos, negaban los dioses de los demás, y sobre todo los aspectos divinos de las instituciones, y eso era lo intolerable. El gran mérito, por decirlo así, del cristianismo fue separar definitivamente el mundo de lo objetivo y cívico, del mundo espiritual y religioso. El cristianismo fue la primera religión laica: al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Es por eso, como ha señalado con acierto Fernando Savater, que hoy resulte un tanto paradójico en la Unión Europea el empeño de ciertos grupos políticos de mencionar en la Constitución las raíces cristianas de Europa… cuando precisamente una de las principales raíces cristianas de Europa es la desaparición de la religión del espacio político: ése fue el mérito del cristianismo. Jesús, en cierto modo, fue un laico. La Iglesia original no entra en contradicción con la laicidad, sino que la fomenta. Reintroducir la religión como justificación del espacio público sería paganizar el cristianismo, del mismo modo que considerar a la Iglesia un adversario político, como hacen los partidos progresistas, se sitúa en el lado radicalmente contrario del laicismo que dicen defender.

Otra de las grandes aportaciones del cristianismo fue presentar un Dios encarnado. El evangelio de San Juan dice que Dios se hizo carne, logos sarx egenito, el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, provocando el mayor trastorno en la historia de las religiones. Dios está entre los pucheros, por decirlo con las palabras castizas de Santa Teresa. El cristianismo nació con esa originalidad que duró hasta el siglo IV. A partir de la visión de Constantino, cuando el dedo divino escribió en el cielo aquellas palabras: con esta señal vencerás, se hizo la mayor perversión de la cruz primitiva, que se convirtió en símbolo. Poco después, con el edicto de nuestro segoviano Teodosio en el 381, el cristianismo pasó a ser oficialmente la única religión verdadera y todas las demás fueron declaradas clandestinas. Desde entonces,la Iglesia no volvió a creer más en Cristo vivo, sólo en el muerto.

El lamento de José Bonaparte

“¿Hasta cuando, españoles, habéis de ser de corazón duro y obstinado? Ah, vosotros no sabéis o no queréis recapacitar el estado deplorable, la desgracia y la infelicidad a que estáis expuestos: ¡Qué dolor!… Yo bien sé que la continua y horrorosa guerra… las contribuciones para el sustento de la tropa, os hacen caer el ánimo y os abisman en interminable dolor. Si el gran Napoleón os propone abolir la dinastía de los Borbones, cuya familia os tiene tanto tiempo oprimidos baxo las fatales cadenas de una esclavitud  infame… Y si por fín, correspondéis con una frialdad, con una indiferencia, y me atrevo a decir, con un desprecio como con el que fui recibido en todas las partes de mi tránsito: en Vizcaya, en Castilla, en Madrid… ¡Qué confusión! Porque qual sería la mía al ver que aquel día de mi pública entrada en aquella Corte, todas las puertas y ventanas estaban cerradas. Madrid, conocido en todo el Orbe por el  pueblo más novelero… sin que el estímulo de arrojar moneda pudiese atraer a las calles de otra gente que la más soez del Barquillo y otros barrios baxos? Yo me corro, yo me avergüenzo… verme despreciado y burlado de tal suerte que…unos me llaman Pepe Botella, otros el tio Pepillo y el más modesto dice señor Josef. Soy, en efecto, su legítimo Rey nombrado por Napoleón, en quien han abdicado su corona y todos sus derechos los Borbones. ¿No será cierto que no queréis salir de vuestra infeliz situación?”

(Sermón que predicó el señor Josef Bonaparte, rey de España, en Logroño en 1808)

 «Cada cual tiene su suerte, la tuya es de borracho hasta la muerte», caricatura de José Bonaparte (era abstemio). 

Galdós pensaba que Cánovas pensó que Victor Hugo pensaría que el destino de España se torció por carecer de una “cabeza pensante”. España sufrió “un gozne de la Historia”.