Ante la indiferencia de los medios de comunicación británicos por la actualidad española de principios de los años 30, decía Chesterton:
Permítaseme llamar la atención al mundo incrédulo hacia la existencia de un lugar llamado España…
Estoy dispuesto a reconocer que en parte hay una explicación, es la ignorancia que hay en Inglaterra de la importancia de este precioso rincón de Europa. No es consecuencia de la antigua rivalidad marítima que se fomentó en torno a la armada. Los españoles descubrieron América; pero los ingleses aún no han descubierto a España… Porque realmente nosotros siempre hemos estado en un asombroso error acerca de ella. España ha sido campeona del progreso y de la libertad. La misma institución del Parlamento no vino de Simón de Montfort o de la Carta Magna, sino de España. Cuando el sistema feudal era casi uniforme en toda Europa, solamente España tenía una forma libre de feudalismo. Sin detenerme en otras pruebas resumo diciendo que la idea de que España fue anticuada y reaccionaria es debida a la figura popular de Don Quijote. Se cree que España produjo el último hombre que creyó en los romances extravagantes de la Edad Media. Lo cierto es que España produjo el primer hombre que se burló de ellos.
¡En una palabra, España más bien ha estado a la cabeza de todos los demás países!
Cuando se toma la historia de España en conjunto, se percibe a través de ella un espíritu cuyo verdadero y único nombre es libertad.