“Hacen falta medios inmensos para reducir a España. Este país y este pueblo no se parecen a ningún otro… No hay un solo español dispuesto a defender mi causa”. (José Bonaparte, en carta a Napoleón)
¡Ingenuo genio! En vano creyó el “ogro corso” que de verse librados de un soberano ridículo, de unos frailes lunáticos y de una nobleza codiciosa, los quijotescos españoles se alegrarían. España es un país pródigo en sol… y en sombra.
Aquí todavía… ¡se alcanza el fracaso! ¡Que viva la muerte!