“Vive deprisa, muere joven y harás un bonito cadáver”, así es como se tradujo aquí este lema incendiario y así es como yo lo oí por primera vez hace ya más de treinta años.
Y no por boca de James Dean, desde luego, aunque él lo representó a la perfección, sino de un jovencísimo John Derek, en el papel de Nick Romano, en ‘Llamad a cualquier puerta’ (Knock On Any Door”, 1949), de Nicholas Ray; una de mis películas favoritas de entonces, filmada seis años antes de la aparición fulgurante del icónico chico de la cazadora roja en ‘Rebelde sin causa’, a quien erróneamente se le atribuye, también del gran Nicholas Ray, y con guión de John Monks Jr. y Daniel Taradash, a partir de una novela de Willard Motley. No los he leído, de modo que no sabría decir a quién de ellos atribuir el mérito de tan horaciano lema, o si era ya una sentencia conocida.
En el minuto 0:23 y en el 1:11 son los dos momentos en los que aparece la frase, como un relámpago chulesco.
Dejo también su versión original en inglés, más sentenciosa aún:
Vive deprisa, muere joven, deja un bonito cadáver. (‘Live fast, die young, leave a good-looking corpse’).
Llamad a cualquier puerta y os abrirá Nick Romano.
En inglés, nada más empezar el video: