¿Sabía usted que el monumento al Ángel Caído del Retiro se encuentra a una altitud topográfica oficial de 666 m. sobre el nivel del mar?
El escultor madrileño Ricardo Bellver (1845–1924) ganó con esta obra incomparable el Primer Premio en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid en 1878.
En el catálogo aparecen mencionados unos versos de El Paraíso Perdido, de John Milton, en los que está inspirado el monumento, entresacados de la tercera y cuarta estrofas del canto I: “Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado” (Milton, El paraíso perdido, canto I).
Pero hay otro Ángel Caído en Madrid (o más bien, estrellado…). Está en la calle Milaneses, esquina calle Mayor, desde el año 2005, en pleno centro de Madrid. Se trata de un hombre alado, un ángel, quien sabe, con el cráneo aplastado contra el cemento. Nada tiene que ver esta estatua, que la gente llama “el otro ángel caído”, con la del Retiro, y mas si escuchamos a su autor Miguel Ángel Ruiz (madrileño de 45 años y rockero), cuando nos describe la historia: Hace miles de años, un ser alado, salió a dar un paseo por el cielo, y tras su largo paseo, regresaba volando de espaldas para disfrutar de los rayos del sol, pero no se percató de que en el prado del que había partido, había crecido una gran cuidad, produciéndose el Accidente Aéreo, que así se titula la obra en cuestión.