Muchos de los actuales paraísos fiscales fueron colonias británicas y antiguos refugios de piratas: Islas Caimán, Islas Mauricio, las Seychelles, las Bermudas o el mismo Gibraltar. Los Hawking, Drake, Morgan repartían sus botines y entregaban una parte a la corona de Inglaterra a cambio de protección, pues eran súbditos con patente de corso, corsarios. Hoy las grandes fortunas evaden su dinero del fisco en los mismos enclaves que sus parientes del XVI y XVII. Y también a cambio de amnistías fiscales y acuerdos, entregan una parte del producto de sus fechorías a la Hacienda de los Estados.